lunes, 4 de agosto de 2008

Entre arreboles, Moras y chicharras


El arrebol de las tardes de Alta Gracia cobijó mi niñez. Entre moras y luciérnagas se debatía la noche que, de tan cercana, ya era patente. Aún así algunos rayos rebeldes de luz permanecían en el ocaso, creo yo, para no dejarme a oscuras, al menos no hasta que llegue mi mamá a buscarme. Es que no dejaba piedra sin levantar, conocía a todos los bichos bolitas del lugar, ciempiés y arañas culonas, hormigas y lombrices. Cada uno tenía su respectivo nombre pero no por genero sino por bicho. Cuando se acababan los nombres empezaba a nominarlos por el nombre y primero, segundo y así sucesivamente.

Aprovechaba hasta el último aliento del día para escudriñar el campito. Si en la universidad hubiera habido la carrera de bichosofía seguro que ya estaría recibido. Los campitos era lugares de otros tiempos, eran portales hacia la aventura, una dimensión de sueños, era el escondite de las siestas, era trincheras de combate cuando chicos de otro barrio llegaban a invadir el nuestro. Por supuesto, para los refutadotes de sueños, era ese sitio que ocupaba la mitad del manzano lleno de yuyos y alimañas que eran necesarios limpiar cuanto antes. Pero el futuro me tenía sin cuidado. Me levantaba por las mañanas pensando en buscar vaya a saber que.

Poco a poco, y esto no lo supe hasta que crecí, se acercaba la civilización. Primero fue que desmontaron una parte del campito. Esto lejos de entristecernos a los pibes del barrio nos alegró por que con un par de palos que plantamos en la tierra hicimos una canchita de fútbol y aprovechamos que estos buenos señores, que no sabíamos de donde habían salido, nos habían limpiado el lugar. Fueron muchas las tardes de rodillas lastimadas y de discusiones sobre para quien jugaría el Josecito. Josecito era el más grande de tamaño entre nosotros pero irónicamente lo llamábamos por su diminutivo, aunque por esos tiempos no sabía que quería decir irónico ni diminutivo.


Fueron muchas las tardes donde en la escuela del potrero aprendimos a jugar al futbol. Esto fue hasta que en una de ellas, después de tomar la leche, nos llegamos hasta la canchita pero ya no estaba. En su lugar había otros señores, que tampoco sabíamos de donde habían salido, que vinieron con unas máquinas a meter mucho ruido y había un camión que bajaba muchos ladrillos. Día tras día durante toda la semana volvíamos al lugar a ver si estos señores se habían ido y no, seguían allí.

Llegado el sábado fuimos hasta nuestra usurpada cancha de fútbol y los señores no habían venido. Esperamos un rato merodeando por el lugar. Al darnos cuenta que no aparecían entramos. Descubrimos que nos habían hecho un hermoso regalo. Habían cavado mejores trincheras que las nuestras. Cuando nos metíamos en ellas solo se nos veía la cabeza y si nos agachábamos bien éramos capaces de escondernos hasta de los ojos de dios. Nos dejaron también los ladrillos para que hiciéramos nuestro fuerte, cosa que no tardamos en construir. El domingo tampoco vinieron y supusimos que no vendría más esta buena gente. Aprovechamos que nos habían dejado una canilla para abrirla en forma completa y hacer un río con represas y todo. El agua corría por las tardes, por las cunetas y se llevaba con ella algún que otro barco de papel. Corría y era un reloj, de agua, que marcaba el tiempo de nuestra infancia. Trincheras, fuertes y ríos: ¿Qué más se podía pedir?

Llegado el día lunes los señores habían vuelto pero ya no nos molestamos porque sabíamos que estaban construyendo algo para nosotros. Esperamos hasta el fin de semana y volvimos al lugar.


De esto hace ya como cuarenta años y aun no puedo olvidar el olor a verde dominado por las moras, a mis amigos ni a la chica que gustaba de mi, los carnavales de mi barrio, las primeras luciérnagas del ocaso, las chicharras y los sapos con sus armoniosos cantos, los gritos de mi madre llamándome...... si aún me parece oírlos: jorgeeeee, jorgitooooo......

el chunkano

7 comentarios:

Romina Cupp dijo...

Me transportás a mi niñez,(yo también jugaba al fútbol) de colada con los amigos de mi hermano...cuando volvía a casa -un par de veces con las rodillas sangrando-mi abuela me retaba y me peinaba de nuevo!!!jajaj...ese terreno baldío también un día fue "invadido" y en la obra en construcción nos seguiamos metiendo con mi hermana, mi hermano y mis primos Gisela y Leandro.. hace muchos años se fueron a vivir a Costa Rica...que maravillosos años, la niñez, mil mundos cercanos que explorar, gracias por hacerme volver a recordar esos momentos esta mañana de mates y calor en este lado del mundo...Brindo por los niños, por su inmensa capacidad de crear y ser felices!!

el chunkano dijo...

La niñez es una etapa de la vida donde los límites son tan amplios, es una dimensión tan desectructurada, donde lo posible lo es mucho más, que es probable que hasta hayamos jugado todos juntos. Un abrazo

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Traje facturas,poné la pava.

Me alegro por lo de la cámara! Te va a agarrar la loca por las fotos!ja! Explorala y buscá las funciones, y sacá sin culpa, que...total...ya no gastamos en rollo!!!

Estuve sin pc varios días (me dejaba entrar un minuto y se me colgaba). Hoy está respetable.

El campito???ahhhhhh!!! Yo me hacía las películas con los bichos en las macetas del "porch" de mi casa. Me imaginaba que las plantas eran la selva y por ahí merodeaban mis guiones cinematográficos. Bichera fuisiempre: agarraba las abejas con la mano sin problema. En Tandil, en las sierras, buscábamos arcilla debajo de las rocas y modelábamos, con tanta alegría!!!

La naturaleza es una mundo en la vida de un niño... Oler, colgarse, explorar, embarrarse ( yo vivía con las rodillas negras), hace a una percepción vital, en la que se forman otras cuestiones, más profundas. Se van los miedos, se afirma la creatividad, los sentidos se agudizan...
Yo agradezco mi niñez al natural(como los tomates) y a mi abuelita que siempre tenía algo nuevo, y natural, para presentarme.

Me gustó tu historia...Jorgitooooooo!!!!!! Y no es habitual que los grandes reparen un campito para los chicos...así que más valioso todavía.

Estoy muy fiaca para postear.
Se nota???
:)

el chunkano dijo...

Avisa si tenes un blog de "recursos de feripula para el manejo de camaras de fotos para usuarios de madera". La historia de mi nombre puede parecer confusa. Y me llamo Ramón Ernesto Serrano pero cuando fui adoptado por mis padres quisieron cambiarme el nombre por el de jorge asi que todos empezaron a llamarme jorge antes de que se legalizara el tramite. Mi tramite de adopcion empezo en 1970 y termino en 1985 y quede anotado como Ramon Ernesto. Gracias a dios todos me dicen nada mas que chino. La sociedad se fuma como cigarrillos la inocencia de los niños sin medir las consecuencia. Los futuros cuentos de niños van hablar de como jugaron con una play station

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Feliz día pál niño chino Jorgito!!!

el chunkano dijo...

Presente... teneme paciencia... ya voy a crecer... algun día.... Tal vez... ¿Quien te dice que no?... Sigamos atrincherados en nuestros sueños de nuestra infancia que son los verdaderos. un abrazo

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Cómo anda hombresintiempo?
Justito en estos días pensaba en vos, a ver por dónde andarías..y zás! te apareciste.

Estamos todos medio complicaditos...
pero qué lindo es una vuelta cada tanto, digo...cada tonto, digo...cada tinto...digo...mejor no digo mas nada!ja!
Muáks!