jueves, 27 de marzo de 2008

Comentarios de Silvina

Este es un diálogo que tuvimos y de seguro seguiremos teniendo Silvina y yo. Mail tras mail nos conocemos cada vez más. Respeto y admiro a las personas que son capaces de emitir una opinión, fundamentarla, sostenerla pero sobre todas las cosas a aquellas personas que ponen las manos en el fuego por lo que creen por que prefiero quemarme mil veces a nunca haber sentido su calor.


Notas a las que se hacen referencia:

El que no llora no mama y el que no afana es un gíl

La bíblia, el calefón y la cacerola




Comentarios de Silvina

Hola Remen: Permíteme unas pocas palabras. Esta vez no estoy del todo de acuerdo en algunas cosas que escribís. La gente de campo no vive en la "abundancia" como dijo la Sra. Presidente ayer. Son muy pocos los campesinos que viven bien, ¿sabes cuánto le pagan a un chacarero por juntar un cajón de tomate? 25 centavos, y ¿por un litro de leche?, no estoy segura, pero creo que 30 centavos. Y si a eso encima le retenes el 45 por ciento mejor ni hablemos. El campo no es solo soja y los que viven bien con la soja, son apenas un puñado de gente concentrada en pueblos como los nuestros, y que estamos acostumbrados a ver, y a convencernos de que el campo vive en la abundancia. Los impuestos pagados por los campos, que son muchos, van al bolsillo de los que no trabajan, nunca vuelven al campo, ni en ningún otro beneficio para el país y te digo que es muchísima plata. Como buena campesina que soy, puedo asegurarte que no vivimos en la abundancia. Perdóname que esta vez no esté de acuerdo en todo con vos. Un abrazo. Silvina.

Mi respuesta

Estimada Silvina: Desde ya muchas gracias por contestar. No se trata de estar de acuerdo se trata de que opinemos todos y sepamos defender nuestra opinión. Te querría pedir permiso para colgar tus palabras en mi blog como un comentario, si quieres no pongo tu nombre, pero estaría bueno hacerlo. A mi no me asusta disentir con otra persona, lo que me asusta es el silencio. Te agrego dos cosas: primero que hoy voy a estar apoyando al campo en un bocinazo que se hace en mi pueblo y digo al campo y no a los que hicieron los cortes de ruta. Segundo: no creo que un chacarero que cobra 25ctvs por un cajón de tomates, el tambero que cobra 30cvts el litro de leche se pueda dar el lujo de dejar de trabajar e ir a hacer un corte de ruta en una 4 x 4. El campo no vive en la abundancia pero esta gente si. Y dame un poco de tiempo y te voy a pasar un solicitada que publicó días atrás en el diario clarín la gente del agro diciendo por que era conveniente sembrar soja y no criar ganado o sembrar maíz. Te aseguro que dentro de las razones esgrimidas no hay una sola que pase por fuera del ámbito económico. Que no nos asuste pensar distinto, que nos asuste no pensar.

Comentario de Silvina

Hola Remen: Vos tocas en un grupo de Tango. Yo te vi y tocas muy bien y tenes un bajo eléctrico con sus bafles, y también una linda guitarra. Y todo eso cuesta mucho dinero. Yo te vi. Entonces vos tenes plata, no tenes porqué protestar ni hacer piquetes. ¿No te parece? Lo que yo te digo es terrible, porque lo que tenes para tu grupo de Tango es tu herramienta de trabajo, y la conseguiste laburando, duro y parejo, yo te vi y si queres usar esa "herramienta de trabajo" para salir de joda, me parece perfecto, porque vos la conseguiste laburando. Mis primos de Villa, tienen una 4 x 4 y no viven en la abundancia es una herramienta de trabajo, la usan para laburar, como habrá otros que la usan para pasear, o para irse de vacaciones a Brasil. No lo niego: es verdad, pero la consiguieron laburando y vuelvo a repetirte que la gran mayoría de la gente del campo no está bien. A toda la gente que me habla de la 4 x 4 , le respondo lo mismo: yo nací y me crié en el campo, mi viejo, comenzó a laburar en el campo cuando tenía 8 años, nunca supo de feriados, ni vacaciones, ni asistencia social, ni mutuales, ni descuentos, ni de recursos de amparo, ni de llegadas tarde, ni de piquete porque la ambulancia no llegó a tiempo para atender a su esposa embarazada, ni de quedarse dormido y que se le pasara el colectivo (como muchos de mis compañeros, hoy) y pudo comprarse un auto cero kilómetro, recién el año pasado. Y porque ahora tiene un auto cero kilómetro: viene gente a decirme que mi papá: no debe protestar, ni cortar rutas, ni hacer paros y que ellos también quieren un cero KM o una 4 x 4 y yo a esa gente, simplemente le digo que, si quiere una 4 x 4 que labure todo lo que laburó mi viejo. Podes publicar esto en tu blog, no me molesta, no es ninguna mentira lo que digo, además es todo un honor escribir en tu blog; aprecio tu persona, aprecio y admiro lo que haces y lo que decís, y podes poner mi nombre y apellido, porque con mucho honor y mucha honra yo puedo decir que mis padres tienen lo que tienen porque trabajaron. Y me parece injusto que se les quite el 45 % de su sueldo para dárselo "al estado". Un abrazo. Silvina.

Mi respuesta

Estimada Silvina: Tenes razón en que la gente de campo no esta bien a lo que le agrego que vivimos en un país que no esta bien y, sentido común mediante, convengamos que no es uno de los sectores mas prioritariamente necesitados. Tanto la educación, la salud, la vivienda, la justicia, la niñez y la ancianidad como tantos otros sectores, en este país no están bien. Solo con abrir un diario podemos enterarnos las vicisitudes que sufren tantos otros ámbitos muchos más postergados que el campo y que necesitan una pronta respuesta. No minimizo para nada el reclamo del campo solo digo que es una desfachatez carente de toda razonabilidad cortar una ruta para pedir dinero con una cuatro por cuatro. Tenes razón en que esta gente la bonhomía económica que poseen de seguro la han ganado con mucho trabajo. Se también de mucha gente que trabaja tanto o más que el hombre de campo y no consigue un bienestar económico lo que me lleva a pensar que la fortuna no es directamente proporcional a la cantidad de trabajo que una persona ejerza, por lo menos nunca lo será en un sistema capitalista. No creo que la virtud que tienen, la de trabajar, sea solo el motivo de su poca o mucha riqueza. Aparte de esta entran en juego muchos otros parámetros. Si el trabajo fuera directamente proporcional a la riqueza obtenida los albañiles tendrían que ser las personas más ricas de Argentina y los políticos los más miserables. Tenes razón en que tus viejos se merecen todo lo bueno, pero no solo por que trabajaron. Tus viejos, como los míos fueron cultores de un sueño que les costo mucho mas que sudor y lágrimas. También fueron victimas de muchas injusticias, muchas mas que nuestra generación y salieron adelante y nos dieron un país para que vivamos con sus defectos pero todavía nuestro. Tus viejos, como los míos, nos dieron una educación que a ellos les era negada. Esta educación hoy nos permite estar escribiendo y comunicándonos entre nosotros. Sabrás disculpar lo soez de mi siguiente exclamación pero mi ánimo lo requiere así, !la puta que si se lo que nuestros viejos sufrieron para darnos lo que nos dieron! Créeme que en este punto es en el que mas coincidimos. Créeme que le deseo a tus viejos todo el bien del mundo solo que opinamos distinto. No creo que no deban protestar solo que tienen que buscar el ámbito constitucional donde ejercer una protesta. Bajo ningún punto de vista pensaría por un momento de vos que lo que decís es una mentira y respeto mucho el valor de las personas de disentir. Particularmente no creo estar en bandos opuestos. Creo que somos de los que creemos que no podemos guardar silencio cuando la historia nos pide que hablemos. Somos los que abrazamos nuestra vocación de una manera apasionada y lo hacemos con mucho amor y dedicación. Silvina yo te guardo un profundo respeto y admiración solo que opino distinto que vos y esto no me lleva ni por un momento a desearte algún mal ni siquiera que algún día pienses lo que yo. Tenes razón también en que mi bajo y mis equipos son “herramientas de trabajo” como lo son de seguro para el hombre de campo las pickups, los tractores, las cosechadoras, y por supuesto las cuatro por cuatro tan mentadas. De seguro yo no podría hacer música si no tuviera mis equipos e instrumento como de seguro también el campesino no podría trabajar la tierra sin sus herramientas. También estoy seguro que los costos de dichas herramientas, mucho mas las del campesino que las mías, son onerosos. También sé que la gente de campo es gente trabajadora. Mi padre me enseño de muy pequeño palabras que son sinónimos y, campesino y trabajo fue una de las primeras. Y trata de creerme que respeto mucho a la gente de campo y no llego a dilucidar si su reclamo es justo por mi ignorancia en el tema, solamente creo que en la magnitud de las medidas que tomaron se excedieron y no midieron las consecuencias. No niego en ningún momento las virtudes de la gente de campo, pero como todos nosotros también son humanos, y mi opinión y solo mi opinión defiendo es que se equivocaron en la dimensión a la que llevaron los reclamos. Coincidimos hasta el punto en que mi bajo y mis equipos, como los arados y pickups del campesino son herramientas de trabajo. Coincidimos en que estas herramientas son costosas. Coincidimos en que estas herramientas las hemos ganado con mucho trabajo. Solo en un punto no coincidimos silvina: Durante toda mi vida use mis herramientas de trabajo específicamente para mi trabajo, para hacer música, para hacer arte, nunca las use para cortar rutas, nunca las use para violar en forma flagrante la constitución nacional y los derechos de los demás, por que nunca pensé que mis derechos, por mas justo que fueran en su reclamo, estuvieran por encima del derecho de los otros. Un abrazo y muchísima suerte.

el chunkano


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Comentarios de Laura

No hay caso, cuando escribe alguien que sabe escribir te deja en evidencia. Estos son los comentarios nacidos en el corazón de Laura, que fueron correctamente redactados y que espero que el mundo virtual de éste blog pueda acunar dignamente. Muchas gracias por compartir.


Nota a las que hace referencia:

24 de Marzo de 1976, el golpe militar




El comentario de Laura

Leyendo tus reflexiones acerca del 24 de marzo recordé con intensidad emociones propias de mi niñez. Recuerdo mi infancia (y debo aclarar que es uno de los pocos recuerdos que se mantienen indelebles) y no puedo dejar de pensar en las noches. No eran noches de piedra libre, de gritos de chicos en la calle, de gente cenando en la vereda, ni de gente reunida alrededor de un asado. Recuerdo noches en las que reinaba la oscuridad y el silencio. Recuerdo cenar con mi familia a puertas cerradas en donde la única luz que yo podía distinguir era la de ese lugar, en el que estábamos todos juntos. No sé si en la tele estaba Rosa de lejos o Tato Bores, sí recuerdo que la conversación familiar y el entretenimiento quedaban mudos ante los famosos comunicados de la Junta Militar. Recuerdo que con esos momentos parecía volverse todo más oscuro y que inmediatamente yo sentía la necesidad de sentirme protegida. Era allí cuando me sentaba en la falda de mi padre, mientras él miraba y escuchaba atentamente cada amenaza, justificación y mentira que salía de la boca de aquellas bestias. Enseguida mi papá me pedía que me duerma y para eso colocaba una silla a la par de él y apoyaba mi cabeza en su regazo, con la mano acariciaba mi cabeza, aunque por momentos sentía que quería taparme los oídos o cerrarme los ojos. En ese momento no supe por qué, pero yo no podía dormirme. En ese momento no supe por qué, pero yo no sentía tranquilidad. En ese momento no supe por qué, pero yo sentía que el temor era quien me cobijaba. Mi papá no podía darme la tranquilidad y protección de otras veces y yo, podía percibirlo.
Este hecho no ocurrió sólo una vez, se repitió en varias oportunidades y la sensación de temor en cada oportunidad se volvió más intensa. Tiempo después, ya en mi juventud, me enteré que mi viejo formaba parte de una lista de personas que debían ser observadas por el cuerpo militar, por estar afiliado al partido peronista.
Si alguien me apura, como a vos Chino, le digo que mi papá tenía todo el derecho a sentir temor y que, haberme hecho partícipe de ese sentimiento fue quizás su acto más heroico. Si alguien me apura, le digo que porque no olvido el temor de mi padre, no estoy dispuesta a olvida el dolor y la miseria que surgió de hecho. Y si alguien, por última vez me apura, le digo que tuve suerte de poder conservar a mi padre a mi lado, simplemente porque es mi padre y porque no sólo me enseñó a temer, sino a expresar alegría, a amar a la tierra que me vio crecer y a valorar a los amigos.
Hoy, cuando veo que mi padre atraviesa otros temores, me doy cuenta que quien debe abrazarlo ahora soy yo, aunque solo pueda transmitirle el miedo que me produce verlo así. El, con sus años y su sabiduría, sabrá comprender, así como yo lo hago hoy, que ese abrazo lleno de temor es una perfecta expresión de amor.
Gracias por acordarte de mi viejo y preguntarme por él. Tu recuerdo sobre mi padre me dio una inmensa alegría. Afectuosamente. Laura

el chunkano

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miércoles, 26 de marzo de 2008

Comentarios de Fernando

Este es un comentario que me hizo llegar mi amigo fernando relatando una serie de eventos desafortunados que sufrió por los cortes de ruta y su opinión respecto a este tema. Cualquiera que desée hacer un comentario y que lo publique solo me tiene que dar su consentimiento. el chunkano.

Notas a las que hace referencia:


El que no llora no mama y el que no afana es un gíl

La bíblia, el calefón y la cacerola



El comentario de Fernando

Y bueno, habrá que ir haciéndose a la idea de que la “Gente de Campo” desapareció del país. Aquellas gentes sufridas, de gran tesón. Aquellos paisanos voluntariosos, amables y serviciales; aquellos pobres condenados al duro trabajo de la tierra, como lo fue mi abuelo en su niñez. Si, así nomás es la cosa: nuestra gente de campo ya no esta entre nosotros; esos que describieran Atahualpa y Víctor Jara, esos que muchos de nosotros conocimos (aquella imagen romántica del tipo del campo que te da la derecha y con la izquierda te ofrece un mate) son cadáver, son recuerdo, son Leyenda. Lo que nos queda es muy distinto. Hoy tenemos en su lugar una vulgar imitación, hoy tenemos gente “con” campo y no más Gente “de” Campo. Patoteros con soja. Delincuentes con hectáreas, en fin cobardes. Tenemos gente que se regodea en su capital ignorando la miseria ajena, a pesar de que en la década pasada les remataban los campos, no les alcanzaba para comer y tenían fiado en negocio, ¿se acuerdan como lloraban? Claro que la situación cambio mucho. Yo tengo que laburar 10 años para ganar lo que ellos en una cosecha. Así y todo estos tipos le ponen una pistola en la cabeza al país. Este país donde ellos ganan 47 veces más que sus peones. Este país donde la obscenidad del dinero agrario permite que nos traten como a perros mientras destruyen ¡nuestro suelo! No me mal entiendan, no quiero descargar bronca solo por que me rayaron el auto en un piquete agropecuario, les juro que la pintura nada me importa. Tampoco me quita el sueño el ataque verbal y las amenazas de muerte, ya creo haber dicho que son unos cobardes (mi señora y yo estábamos solos y ellos eran 150) así que no viene por ahí. Lo que me tiene sin dormir es la decepción de pertenecer a este pueblo de cobardes; todos los demás automovilistas estaban parados muy mansamente esperando a que los señores de la soja se avinieran a permitir continuar la marcha. Mi señora y yo estábamos solos entre la cobardía de los patoteros y la de los pasantes. Un rato después del ataque al que nos sometieron estábamos en una unidad judicial de Río Segundo radicando una denuncia penal y tuvimos una muestra mas de la cobardía imperante, esta vez de parte de las autoridades, no digo la policía, sino nuestro sistema de justicia que cobardemente permite la violación de la constitución, cuando no, sin hacer nada. Cobardes, Cobardes, mil veces cobardes. Otra palabra que me viene a la cabeza es indiferencia y otra: empatía. Este país tiene mucho de una y casi nada de la otra. Ayer me enviaron una presentación titulada “La Voz del Campo”. Debo confesar que no la leí, solo para no enojarme más. Quien me lo envió, una amiga con un hijo de cuatro y un papá agropecuario, no tiene la empatía necesaria para darse cuenta que su chico hoy toma leche por que papá la trae del campo. Los negritos del pueblo no tienen para desayunar por que hay desabastecimiento. Es la gente que antes cazaba cuises para comer. Tranquilos que en unos días mas no les va a quedar otra. Gracias por su tiempo. Fernando


el chunkano

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La biblia, el calefón y la cacerola

¿Cómo ser realmente ecuánime y justo a la hora de emitir una opinión? La poca objetividad que aun nos quedaba se vio atropellada por los sucesos acaecidos en las últimas horas de la historia de nuestro país. Descubrir que la razón estaba de mi lado al momento de poner en duda esta democracia no es ningún consuelo para mi estúpido ego. ¿De que lado hemos de estar? ¿Del lado del gobierno demagógico o del campesino codicioso? Esta es la democracia que tenemos. Esta nos hace elegir entre dos males el menos peor.


Lo único que me pone contento es que lo sucedido no permite más hipocresías. La reacción de todos los sectores estuvo signada por una sola música, la moneda. El gobierno mostró saberla bailar y que no va dar el brazo a torcer por que necesita ese dinero para encumbrarse aún más en el poder y el hombre de campo sigue neciamente en su postura sabiendo que su codicia y ambición pueden causar un estallido social. Y ahora hizo su aparición en el escenario la desacreditada clase media argentina la cual ya no esta formada por intelectuales, si apenas de vez en cuando esbozan algún pensamiento. Aparecieron con sus ollas para hacer ruido en las plazas del país. Aparecieron para defender los derechos del hombre de campo en apoyo a sus medidas. Esto es la mentira mas grande con la que vivimos desde el 2001, desde el corralito. No seamos hipócritas, la clase media salió a la calle por que no queda leche y queso en los supermercados, porque no tiene mas carne en la carnicería, porque una vez mas le están metiendo la mano en el bolsillo. Sabemos que de no ser así las cacerolas hubieran seguido cocinando arroces y fideos. Sabemos que la clase media salia a apoyar a blumberg por que les estaban secuestrando a sus hijos. Sabemos que la clase media, ni el gobierno, ni la gente de campo están presentes ollas mediante cuando los aborígenes en pleno siglo XXl se mueren en el chaco de mal de chagas. Nadie corta una ruta reclamando una mejor educación. Nadie corta una ruta cuando empresas petrolíferas extranjeras llamadas multinacionales en tierra del fuego se llevan nuestras reservas de petróleo con una retención del 11% por parte de nuestro país. Por eso le pido a todos estos sectores que se sinceren con el pueblo y que digan que su único interés en esta situación es el propio interés y el dinero que hay de por medio.


Con el correr de los días la situación entre el campo y el gobierno, lejos está de llegar a un acuerdo y los cortes en las rutas van siendo cada vez más intensos. Hay una lectura que es necesario hacer de ésta situación que me parece peligrosa y que espero equivocarme rotundamente. Ambos lados, campo y gobierno, siguen herméticamente encerrados en su postura demencial de no negociar y esto puede traer aparejadas consecuencias nefastas por supuesto que para el pueblo. Logro entender aunque no la acepto la postura del hombre de campo. Estos están enfermos de codicia y el dinero los hace cometer actos de injusticia en contra del pueblo en pos de lo creen ellos un reclamo justo. El reclamo de un porcentaje no amerita violar los derechos constitucionales de todos. Llegaría a comprender si se tratara de una necesidad vital pero esto es una burla a la constitución, al pueblo y al futuro de nuestros hijos. Nuestros hijos van tomando nota de como funcionan las cosas en éste país, y que las huelgas ya no son tales sino sólo son una obscena extorsión a costa del pueblo.


En éste panorama sombrío que se avecina se alcanza a dilucidar, a mi entender, que el villano de la película es el hombre de campo. Esa es la imagen que se ha instaurado en el pueblo y que los medios de comunicación encarnizadamente se preocupan todos los días de alimentar como así también lo hace el mismo campesino. El gobierno desde su postura inconmovible de una seudo rectitud sigue manejando la situación y a los campesinos como títeres. Si el discurso de cristina sólo me recuerda los parlamentos esgrimidos por la inquisición en la edad media. Lo que me da realmente miedo es que el gobierno de manera intempestiva rompa el silencio y tome cartas en el asunto de una manera violenta. Hay algunas salidas de ésta situación pero las que me preocupan son las que atañen a que el gobierno ponga mano dura con el campesino, sea con la participación del gremio de los camioneros de Moyano o Delía o por la intervención de la gendarmería. Lo que realmente preocupante es que ya se sabe quien gana estas pulseadas y lo peligroso de todo esto es que el pueblo ya está tomando partido equivocadamente. Las medidas que tomaron con los cortes de rutas la gente de campo sólo molestan al asalariado, al empleado que yuga todos los días del año para juntar unos miserables pesos. Éste asalariado no tiene el poder para cambiar su propia situación mucho menos lo va a tener para cambiar la situación de la gente de campo. Es como darle un chirlo al hijo del vecino cuando es el nuestro el rompió el florero. Esta serie de medidas que fueron tomadas en forma unilateral. Despótica y autoritariamente se decidió sobre el derecho del pueblo al libre tránsito por este país y el autoritarismo no pone contento a nadie, provenga de donde provenga es siempre adverso y un abuso. Solo espero que por mas molesto que esté el pueblo no tome partido por el gobierno si éste decide cortar la huelga del campesino mediante métodos violentos, que por más equivocados que esté la gente de campo en la forma en que lleva a cabo su reclamo no justifica la utilización de la violencia en su contra.



Lo que nos lleva al punto final: ¿De que lado estamos nosotros? Esa es la pregunta que debemos responder en los próximos días y mientras mas pronto mejor. Yo les digo mi postura. A pesar de todos los errores y abusos cometidos estoy con la gente de campo y les voy a dar una razón, mi razón: si esta misiva llega a manos de algún campesino probablemente se enoje y lo enfurezca pero si llega a manos del gobierno haría caso omiso a lo aquí escrito por que al gobierno no le interesa lo que pensamos sino por quien votamos.

el chunkano

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domingo, 23 de marzo de 2008

24 de Marzo de 1976 - El golpe militar

No hay nada que conmemorar porque esta historia todavía no termina.


Todo terminó a la una de la madrugada del 24 de marzo de 1976 cuando el general José Rogelio Villarreal le dijo a Isabel Martínez de Perón: “Señora, las Fuerzas Armadas han decidido tomar el control político del país y usted queda arrestada”. O todo comenzaba. Es cierto: el país no estaba bien. Había inflación, crisis sindical, violencia y una sensación de ingobernabilidad absolutamente real. Pero lo que se iniciaba esa fatídica madrugada sería peor. Asumía el control del país una Junta de Comandantes en Jefe integrada por el teniente general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier Orlando Agosti. “Control del país” significó, entre otras cosas, disolución de los partidos políticos y del Congreso, anulación de la libertad de prensa y expresión, reemplazo de la Corte Suprema de Justicia, supresión de toda actividad política y sindical, entrega económica. Y, fundamentalmente, muerte. Una pena de muerte disfrazada para “quienes causaren daño a medios de transporte, de comunicaciones, usinas, instalaciones de gas o agua y otros servicios públicos; para los que contaminaren el agua, los alimentos y las medicinas; para los que causaren daños con explosiones o incendios; para los que sean sorprendidos in fraganti y no acaten las intimaciones, o se enfrenten con las fuerzas de seguridad", pero en realidad significaba para todo el país que no acatara las órdenes, por más irracionales que fueran.

Comenzaba el mayor genocidio de la historia nacional. El terrorismo de Estado ocupaba los sillones. El plan de exterminio estaba en marcha. La Argentina, los argentinos, nunca más serían los mismos.


http://www.24demarzo.gov.ar/html1976.htm Este es un fragmento de un documento que fue extraído de esta dirección, a la cual recomiendo de manera urgente visitar y leer de una forma muy concienzuda. Sería de mucho provecho que la leyeran los jóvenes, aquellos que no entienden el rencor que cargan muchos adultos por esta fecha tan nefasta.

A nivel personal tengo tres recuerdos que hoy me revuelven el estomago y que al momento de recordarlos se me humedece la vista, y por dios, me cuesta muchísimo creer que la libertad de expresión abarcan a esta gente también. Por supuesto todos estos recuerdos emparentados con mi familia y principalmente mi padre. En esa época yo vivía en Alta Gracia en barrio del Alto y cerca estaban los cuarteles de la Quintana y en las sierras se ocultaban los montoneros. Tenía tan solo diez años, era hijo único, adoptado y esta la pequeña parte de esa historia que a mi me toco vivir, insignificante a la par de otras mucho mas infortunadas, pero mía.


El primero de ellos, solo por darle un orden, atañe a una imagen que me quedo de mi padre llegando de su trabajo. Él trabajó siempre en el Banco de la Nación Argentina. Era ordenanza y recuerdo que cuando llegaba a casa de su trabajo me traía de regalo algún autito de colección o “rastis”, unos ladrillitos que servían para armar cosas. Cuando se agachaba para dármelos, por que yo vivía en el piso como corresponde a un buen chico, yo miraba que en la parte interna de su saco tenía una cartuchera con un revolver. Me llamaba mucho la atención por que el revolver era un 38 largo como los que yo veía en las incipientes películas y series de vaqueros en televisión. Mi atención se multiplicaba cuando veía que la cartuchera era muy colorida y trataba de reclamar mi otro regalo por creía que ese revolver era de juguete y era para mi. No entendí nunca por que mi papa me retaba cuando quería jugar con esa arma de juguete. Años mas tarde supe que esa arma era de verdad y me contaron también que en esa época el banco estaba custodiado por tres policías, tres gendarmes y dos empleados que se los obligaba a estar calzados (armados), por si acaso. Si ustedes conocieran a mi viejo, y se que algunos de los que lean esto lo han conocido, me entenderán por que es tan disparatada la idea de que mi viejo portara un arma. Era disparatado que un civil llevara un arma pero también si alguien me apura les digo que mi viejo era la persona más dulce del mundo y nunca hubiera disparado.

El segundo recuerdo tiene que ver con otra imagen, esta mucho mas familiar. Mi padre, mi madre y yo en la cocina de nuestra casa en Alta Gracia, con un televisor blanco y negro a válvulas viendo los tres la novela de mi mamá pero que sospecho que a mi papá también le gustaba. Creo que la novela era “Rosa de lejos”. Toda esta escena sería muy tierna, muy dulce y hasta salida de un cuento infantil pero mirábamos la novela con toda la casa cerrada, con colchas en las ventanas y en las puertas y a un volumen muy bajo por que a partir de las diecinueve horas regia en todo el país el toque de queda. Se escuchaban en la noche disparos esporádicos y alguna que otra explosión en las sierras. Se escuchaban pasar los aviones. Todo esto para mi no dejaba de ser divertido. Si hasta festejaba cuando veía que la cara de mi viejo tenía un parecido a la de nuestro presidente Jorge Rafael Videla. Si hoy alguien me apura le digo que este acto, mirar la novela de la noche, fue el único acto de trasgresión que le conocí a mis viejos y si alguien me vuelve a apurar les digo que actos como esos ya no existen.

El tercero de mis recuerdos es más masivo. Por supuesto que se trata del el mundial de 1978. Mucho mas allá de el hecho deportivo hubo en este evento una cortina de humo para que los argentinos no viéramos la realidad y cayéramos presa del exitismo y el triunfalismo, fórmula que funciona de una manera muy eficaz hasta el día de hoy. Como dije anteriormente en esa época vivíamos en Alta Gracia pero cada tanto viajábamos a Villa del Rosario (donde vivo el la actualidad), para visitar a los parientes. Mi padre nunca fue futbolero así que estuviéramos viajando de vuelta a casa a Alta Gracia cuando se estaba jugando la final del mundial hoy no me extraña. Era una tarde completamente nublada, por eso en este recuerdo predominan los grises. Por la ruta los autos empezaron a bajar la velocidad y a tocar bocina al grito Argentina campeón. Yo tenía una pequeña banderita de plástico que empecé a flamear por la ventanilla para añadirme al festejo y le pedí a mi papa que también tocara bocina. Todo esto sería un hermoso recuerdo si años después no me hubiera enterado que en ese momento en la argentina a dos años de la asunción del gobierno militar ya había más de 4000 desaparecidos. A pocas cuadras de la cancha de River, donde se jugó el campeonato, cientos de desaparecidos eran torturados en la ESMA. Si me vuelven a apurar les digo que creo que mi viejo no hubiera tocado la bocina para festejar si no se lo pedía yo.


Desde la distancia hoy solo me quedan algunas pocas cosas en claro. Me queda claro que cada uno de los que vivimos esta tórrida historia tenemos algo que contar. Algunos mas comprometidos, otros no tanto pero todos tenemos que empezar a hablar de lo que nos sucedió en esa época. Desde mi ocho años mis padres me dieron una visión del mundo distorsionada para que no sufriera como habrán hecho muchos padres con sus hijos. ¿Alguien recuerda haber visto una pelicula llamada "la vida es bella"? La pelicula cuenta todas las pericias y vericuetos que un padre llava adelante para que su hijo no viera la realidad, lo que estaba sucediendo. Lo que sucedía era que el padre era judio en una alemania nazi y lo habían llevado a él como a su hijo a un campo de concentración. Algunos ecépticos me supieron decir que la película era muy fantasiosa por lo tanto falsa. La pelìcula solo fue una alegoría, una metàfora, un montaje artístico si se quiere para evidenciar de una manera irónica, dulce y con cierto humor lo que allí sucedió. Por eso sospecho que mis padres como tantos otros nos pusieron a resguardo de una realidad que superaba la fantasía.
Me quedo claro que a partir de esa fecha los argentinos perdimos la inocencia, perdimos derechos que hasta el día de hoy no recuperamos como el derecho a la identidad de tantos hijos de desaparecidos robados y entregados a familias de militares. No creo que esta fecha sea para recordar. Por ejemplo festejamos en la navidad el nacimiento de Jesús pero este es un hecho que ocurrió y termino y hoy se lo evoca en forma conmemorativa. Lo que comenzó el 24 de Marzo de 1976 aun hoy no termina. Hay muchas familias en busca de sus nietos, hay muchos nietos que dudan de su identidad. Los genocidas están libres y permanecen impunes ante el brazo de la ley, se mueren y se están llevando la verdad a sus tumbas. Jorge Julio López sigue desaparecido en plena democracia por declarar contra los represores, las abuelas siguen en la plaza, y el pensamiento fascista sigue enquistado en la sociedad, si más de una vez escucho decir que estábamos mejor con los militares. Para colmo de males los que no son fascistas son indiferentes. Fascismo de unos, indiferencia de otros, combinados un veneno mortal para los ideales de un pueblo. Somos hipócritas hasta la médula. Esta sociedad tan apática e insensible me revuelve el estomago. Les doy un ejemplo de que digo. En este blog hay publicado un artículo llamado: una postal de la indiferencia http://elchunkano.blogspot.com/2008/03/postal-de-la-indiferencia.html Les pido que presten atención a esta foto.


En ella se ve un perro que se esta muriendo. Resulta que un seudo artista en un rapto de locura decidió que atar un perro en una galeria de arte y no darle comer hasta que muera es un hecho artístico. La locura de este desalmado, por ser mesurado con los calificativos, es evidente pero lo que mas me alarma es que la gente de alrededor no hizo absolutamente nada ante esta salvajada y permaneció indiferente lo que deja ver a las claras que el emfermo no es únicamente el asesino de éste animal sino la gente que asiste narcotizada a este espectáculo sin hacer nada. Así estamos, impávidos, resignados a que nada puede cambiar, que esto ya paso, que tenemos que olvidar en pos de la pacificación nacional, que si no olvidamos nunca vamos a crecer y tantas otras mentiras de las que nos nutrimos para hacer mas tolerante nuestra miserable historia.


Esta puede ser una gran historia si nosotros, los responsables de terminarla, le damos un final digno y justo para todo el pueblo. Hoy recordemos, pero recordemos también que desde donde esten muchos muertos nos exigen al pueblo que hagamos justicia y digo que desde donde esten por que no puedo decir desde sus tumbas por que muchos no tuvieron al morir un lecho digno de descanso.Este final esta signado por la memoria pero esta viciado de olvido. Si me apuran les digo que mis viejos no me dejaron ver ni tantito así de lo que en realidad pasaba en la argentina en ese tiempo para proteger mi niñez de estas bestias asesinas.


el chunkano

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miércoles, 19 de marzo de 2008

El que no llora no mama y el que no afana es un gil.

En la codicia se encuentran erigidas las mas grandes injusticias de la humanidad y a sus pies nuestra dignidad.


El mundo fue y será una porquería, ya lo sé, pero me niego a aceptarlo. ¿Quien en su sano juicio puede negar que Discepolo transgredió los umbrales del poeta y del músico para ser uno de los mas grandes filósofos que tuvo el siglo XX? ¿Quién puede negar que tuviera amor por el conocimiento? ¿Quién puede negar la vigencia del tango Cambalache en el quinientos seis y en el dos mil también? Sin duda este prócer del verso y la melodía supo pintar con palabras un cuadro muy descriptivo del siglo que pasó. Hechos acaecidos por estos días me aseveran más que nunca la vigencia de esta letra.



Noticia por todos conocida es la compulsa entre el gobierno y la gente de campo por la retenciones aplicadas sobre las cosechas por eso no voy a ahondar en este tema. Solo basta con encender una radio para empaparse de lo que aquí sucede. Mi pensamiento va en otro sentido. No pongo en duda si su reclamo es correcto o no, si estoy seguro de que la forma de hacerlo saber no es una forma democrática y justa, ademas pongo en tela de juicio la urgencia de lo peticionado.

Primeramente debemos entender todo el pueblo que cuando se ejerce una medida de fuerza por parte de un sector social, gremio o institución necesariamente tiene que molestar a alguien por que en sus objetivos está llamar la atención sobre una determinada situación. Cuando una determinada situación problemática no es tomada en cuenta por la dirigencia, un sector social, gremio o institución debe poner en alerta a la sociedad que se esta librando una batalla en pos de lograr un equilibrio. Para ello tenemos todo el pueblo garantizado el derecho a la huelga. Mentira. Esta es otra de las atroces mentiras que cierne sobre nuestro mal llamado sistema democrático. La huelga esta únicamente reservada a los sectores de poder. La razón por la cual alguien puede realizar una huelga es por que tiene el poder de hacerlo y por que su medida va a tener algún efecto sobre el contexto social. Así es como no vemos a jubilados haciendo huelga en pos de lograr, no solo mejores haberes, sino que se respeten sus derechos a una ancianidad digna. A este sector social lo asiste la razón, tiene el derecho pero lamentablemente no tiene el poder. Quino en la ironía de su humor los imagino haciendo huelga, dejando vacíos los bancos de las plazas y sin comer a las palomas. También a los niños los asiste la razón y el derecho para exigir una educación equitativa, alimento y vestido, una vida digna pero tampoco tienen el poder. Que extraño estigma encierra esta palabra: poder. Su significado esta íntimamente relacionado con la posibilidad de realizar algo, si así fuera nuestra voluntad, mientras nos asista la razón y el derecho dentro de un determinado contexto social y enmarcados, nuestros actos, por las normas sociales preestablecidas. Esto también es mentira aunque no debiera serlo en un sistema democrático. La palabra poder es sinónimo de dinero y, indefectiblemente, por decantación lo es del capitalismo. Esta pandemia que enferma a los seres humanos de codicia, de ambición desmedida, que corrompe nuestros ideales mas sublimes como aquellos más austeros. Sin dejarme llevar más por mí abominación por el capitalismo quiero dejar un punto en claro: detrás de toda esta situación entre el campo y el gobierno solo existe un conflicto de poderes, pero el poder como sinónimo de dinero. En las antiguas luchas gremiales existían ideales perseguidos con mucho afán. No solo se defendía el salario si no los derechos que nos asistían como trabajadores. Jornadas de ocho horas, remuneración y reconocimiento de las horas extras entre tantos otros como también lo fue el derecho a huelga. Las medidas tomadas por la gente de campo lejos esta de ser una huelga mas bien se asemeja a una obscena extorsión. Toda esta situación es similar a un secuestro donde el arma la tiene el campo, el pueblo somos los rehenes y el gobierno es el extorsionado. No tiene verguenza. Solo me reconforta la esperanza de saber que al final, cuando todo esto termine, por que va a terminar pronto, se caerán las caretas dejando ver al rostro a los hipócritas, atorrantes y desvergonzados. Se que se va terminar pronto por que su problema se arregla con dinero y el gobierno esta acostumbrado a pagar por los servicios prestados a los que prostituyen su dignidad. Mi viejo decía que cualquier problema que se arregle con dinero es barato.


Actitudes prepotentes como esta se puede esperar del gobierno dado su ilegitimidad. Un gobierno que llega al poder por medio de punteros políticos, dadivas y sobornos, en un sistema democrático donde votan los muertos y a veces hasta dos veces, y donde el dinero define la voluntad de un pueblo, no debe asombrarnos por su actitud de confrontar sin medir las consecuencias. No se asusten, solo estoy hablando del gobierno que votamos usted y yo.



Lo que me extraña de manera asombrosa es la actitud de la gente de campo. Desde chico mi amadísimo viejo supo mostrarme en la gente de campo ciertas bondades de las que carecía el habitante de la ciudad. En ellos se encontraban la sabiduría que brinda el contacto con la tierra, esa de saber de donde venimos y hacia donde vamos. Ese hombre desprendido, austero por convicción. A ese ser humano que me supo mostrar mi viejo le escrito varios temas folclóricos ensalzando su condición de hombre de campo. Hoy me produce mucha tristeza verlo enfermo de actitudes facinerosas peleándose por unos pesos mas o menos. Lejos estoy de creer que estas personas están haciendo una huelga por una causa legítima. Por lo menos no es la imagen que proyectan a la sociedad. No se los ve miserables y mendigos como los aborígenes enfermos del chaco, no se los ve desahuciados como a nuestros ancianos a los que matamos con nuestra indiferencia, no se los ve mal comidos ni con hambre como tantos niños que asisten a los comedores escolares como única opción de alimento. No es una condición sin ecuanon que para reclamar un derecho uno tenga que esperar a estar desahuciados pero sepamos que el reclamo en este caso no debería ser tan vehemente, dado la vanalidad de dicho reclamo. Yo los vi cortando rutas con sus cuatro por cuatro y tractores y esto me pareció por lo menos una falta de respeto a tanta gente con verdaderas necesidades. Es una afrenta al sentido común. Los vi apáticos ante las necesidades que tuvieron tantos que vieron violados sus derechos. Aquellos que no pueden realizar huelgas. Aquellos que luchan todos los días por futuro mejor para sus hijos. Aquellos que no tienen el poder que brinda el dinero. Hoy el hombre de campo no es mas el gaucho, no tiene las bondades del criollo. Hoy solo quedan comerciantes carroñeros y el campo para estos es nada mas que un buen negocio. Mas bien hoy se parecen a inversores bursátiles. La sociedad que tenemos solo sigue siendo la consecuencia directa de la educación que tuvimos. El campo ya no da frutos para estos seres, solo da divisas. Para ellos el único interes en la tierra es el que se puede medir en los fluctuantes indices del mercado. La tierra para estos a perdido su valor o si conserva alguno es el que se puede leer en las cotizaciones. el campo ya no se mide en hectáreas sino en quintales. eso es lo que vale el campo hoy. La moneda les sirve de escusa para dar rienda suelta a su incontinente codicia. Las mesas de negociaciones del infierno están atestadas de gente que sabe lucrar a costa del sufrimiento ajeno.


Solo me cabe acotar que estoy de acuerdo con el derecho a huelga pero tengamos dos puntos en cuenta al momento de plegarnos: un motivo verdadero y molestar sin coartar el derecho a vivir de los demás. Es estrecha la brecha que separa la legítima defensa de nuestros derechos de las garras del fanatismo. El gobierno y la gente de campo deben entender que nosotros no deberíamos ser las victimas de sus negociaciones. A pesar de todo mi enojo con la gente de campo (enojarse con el gobierno no vale la pena), sigo apostando a lo que me enseño mi viejo sobre las virtudes de esta gente, trabajadora y noble que solo esta enceguecida, esta enferma de ambición, y que en algún momento de reflexión recapaciten sobre las consecuencias y desmesuras de sus actos. Yo aun en forma endeble sostengo que no es cierto que: el que no llora no mama y el que no afana es un gil.


Aquí les dejo una de las tantas letras que le supe escribir al hombre de campo y que deja a la vista la admiración que en otros tiempos sentí por esta gente.


Campo adentro. (chacarera trunca)

Destino de hombre pobre
De aquel que en la noche espera
La oscuridad para poder
Llegar a ver las estrellas

Sus manos son las raíces
En la tierra que trabajan
Se hunden muy profundo en ella
Y un brote de vida arrancan

Su rostro tallado al fuego
Del sol de alguna esperanza
Cabalga el hombre de campo
Y sus sueños lo acompañan

Que secreto tan profundo
Guardan las almas perdidas
Es un misterio la vida
Se alimenta de si misma


Destino de hombre triste
De aquel que de verdad ama
Cosas que quizás el tiempo
Talvez le niegue mañana

Comulga con el silencio
El eco de sus palabras
Quebranta su voz la pena
Y acuna su alma callada

Piedra contra piedra un canto
El agua del río lleva
La paz que tanto reclama
El hombre para que beba.

chino serrano

Discepolo vigente como nunca, describe la idiosincracia que domina lo que le queda de corazón al hombre de campo. Los versos del Martín Fierro ya no son una referencia para estos hombres

Cambalache (tango)

Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé,
en el quinientos seis y en el dos mil también;
que siempre ha habido chorros,
maquiávelos y estafáos,
contentos y amargaos, valores y dublé.
Pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente ya no hay quien lo niegue,
vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo todos manoseaos.

Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador.
¡Todo es igual, nada es mejor,
lo mismo un burro que un gran profesor!
No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao...
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón.

¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón!
Mezclaos con Stavisky van don Bosco y la Mignon,
don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia contra un calefón.

Siglo veinte, cambalache, problemático y febril,
el que no llora no mama y el que no roba es un gil.
¡Dale nomás, dale que va,
que allá en el horno te vamo a encontrar!
¡No pienses más, tirate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao!
Si es lo mismo el que labura
noche y día como un buey
que el que vive de las minas,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley.



Letra y música de Enrique Santos Discépolo (1935)




el chunkano


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domingo, 16 de marzo de 2008

El amigo Gurí


Con el animo intacto de compartir mi vida con quien quiera les dejo unas breves palabras que le hice llegar a mi amigo Gurí con motivo de su cumpleaños tiempo atras. Por momentos me pregunto por que exponer el corazón de esta manera ante todos. Creo que solo así podemos llegar a conocernos. Solo la desnudez de nuestro corazón tira abajo los prejuicios y lo deja desprotegido, tanto ante el odio como el amor. El odio lo hace fuerte y el amor eterno. Somos reticentes de dar el primer paso por temor al desengaño o la burla. La humanidad sería otra si en lugar de vender nuestra imagen dejásemos ver nuestro corazón.


Pidiendo disculpas por improperios proferidos en una misiva anterior comienzo a este comunicación dando como única excusa por el comportamiento oral que me precedió el haber sido abrazado por el dios Baco de una manera poco digna e intempestiva y tomando como atenuante que en dicha inconducta fui acompañado y ferozmente tentado por uno de los acólitos etílicos mas fieles de dicho dios y común amigo nuestro.


Recuperando la cordura y la entereza pasemos al tema que nos compete: su cumpleaños queridísimo y desarraigado amigo, ferviente peregrino de otras pampas, acérrimo juglar de las costumbres que aprendimos en el patio de nuestra casa. Su cumpleaños querido escudriñador de los corazoncitos humanos, sortílego de esperanza y cazador de las luces tenues y humildes que vagan en los montes del olvido, pastor de la indignación ante una injusticia. Su cumpleaños mi queridísimo amigo. En este día duerme ese abrazo tan necesario que no nos sabemos dar cuando nos vemos, pero se equivoca querido hermano si cree que le escribo para felicitarlo por su cumpleaños. Le escribo para contarle la alegría con que recuerdo el día en que nació y para hacerlo participe de mi festejo. Un día supiste hacer una broma deseándome feliz cumpleaños el día que vos los cumplías por que yo lo había olvidado. Con el tiempo descubrí que vos cumplís años y el festejo es mió. Hoy es su cumpleaños machacador penitas errantes a fuerza de canto y guitarra. Gurí: ¿que seria la música sin vos? ¿Que sería mi música si no estuvieras tan cerca? Hoy mi halago se viste de urgencia y cierta prepotencia ante un ser que no se nutre de tanta verborragia y que encierra en la simpleza de su mirada toda la amistad resumida en un parpadeo tirando por tierra la torpeza de mis palabras. Hoy los leños son pocos pero arden más fuertes que nunca. Lo que daría por tenerte cerca para darte un abrazo. Esos tiempos en que amanecíamos al lado del río inconcientes de la semilla que dormía en nuestros corazones que un día seria nuestra amistad, como anhelo esos tiempos. Como anhelo los tiempos en que gastábamos las zapatillas andando cerros. Todo ese tiempo nos paso y nos unió a través de la misma pasión, las mismas tristezas y felicidades. Nos unieron nuestras desavenencias y entredichos, como así también sueños comunes. Si supieras como recuerdo una zamba de drexler que cantaste el día anterior a tu partida cuando te ibas por primera vez a Alemania y no te quisiste ir sin hacerme sentir que a pesar de todo lo había sucedido allí estábamos todavía sentado uno frente al otro. Te reconozco como un combatiente sereno de armas dejar y de cruces abrazar, si aún recuerdos tus valientes palabras en la Terminal de villa cuando te ibas este año: “a mi me gusta extrañar”. Por supuesto que no te creí. En esos tiempos, otros tiempos, los leños eran muchos. Hoy los leños son pocos pero arden más fuertes que nunca. Creo que la amistad se basa en esa mutua admiración que se prodigan los amigos. Esa admiración que opaca cualquier miseria y hace evidente el corazón. Como nunca fueron mi fuerte los regalos simplemente te hago llegar las palabras de un poeta alemán llamado Bertolt Brecht que vivió un año en Munich de ideología fuertemente marxista en una Alemania donde el ascenso del nazismo era inminente. Dijo este buen hombre: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda su vida: esos son los inprecindibles”. Un abrazo incontenible mi inprecindible amigo. Saludos a tu compañera y dile que digo yo que te cuide mucho. Suerte. ¡Ah!, me olvidaba, ¡Feliz cumpleaños!



P.D.: Escrito en compañía de Valderrobles y la música insobornable de Silvio Rodríguez.

el chunkano


'vooolveeeer....con la frente marchita'

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sábado, 15 de marzo de 2008

Nuestros hijos nos miran

Nuestros hijos nos siguen mirando


Deberíamos intentar saber auque sea por vergüenza que lo que nos hace una sociedad tan corrupta. La indecencia de nuestros gobernantes solo tiene su origen en nuestra idiosincrasia como pueblo. No se trata siquiera de repartir culpas tratando de quedarnos con la menor parte. Se trata de saber el mal que nos aqueja para saber que remedio debemos tomar. Siempre despotricamos contra el gobierno de turno por inoperante y corrupto pero nos olvidamos que hay un sistema donde elegimos a nuestros gobernantes llamado democracia. En él, dicen algunos, elegimos. Por textos antes escritos en este blog (http://elchunkano.blogspot.com/2008/03/las-grandes-mentiras-de-la-democracia.html) sabrán que no es mi punto de vista. Así y todo nuestros gobernantes, por mas que carguen con la mayor parte de responsabilidad por esta situación, no dejan de ser un fiel reflejo de nuestro ser social. Cabe aclarar en este punto que no hablo de que no exista la bondad y la decencia en el pueblo argentino a nivel personal, si creo que como sociedad, como el ser social que conformamos entre todos y que tiene su propia personalidad, somos adictos a la corrupción. Escuchamos esta palabra y se nos viene a la mente grandes negociados, donde se lava y prostituye la moral de los argentinos. Escuchamos esta palabra y se nos viene a la mente el proceso de reorganización nacional que tantas vidas injustamente sesgo. Escuchamos esta palabra y sabemos que es un sinónimo de la clase política que nos gobierna. Creo que hasta el día que nos siga gobernando un partido político y no un gobernante que represente a la totalidad del pueblo seguiremos siendo esclavos de este flagelo. Todos los políticos se acusan de corruptos unos a otros pero ninguno queda preso. ¿Es que será cierto el dicho que decían los viejos “entre bueyes no hay cornadas”?


Pero no creamos que esta clase política vino desde otro país a gobernarnos. Son los mismos hijos de este pueblo que en su afán desmedido de poder y lucro sucumben a la tentación. Ahora pregunto yo, si no viene de afuera toda esta corrupción: ¿en donde nace? ¿De donde proviene? ¿Cuál es su caldo de cultivo?

Me animo a esgrimir una somera respuesta acerca de cual es el seno inicial de la corrupción. Nosotros mismos. Nosotros probablemente no cometemos actos de corrupción magnánimos así y todo, a pequeña escala, somos tan corruptos como los políticos que detestamos. A diario observo pequeñas actitudes que nos van marcando un camino deshonesto. Somos un pueblo increíblemente hipócrita. Creamos leyes que luego no cumplimos. Yo vivo en un pueblo pequeño llamado Villa del Rosario y día tras día observo estos pequeños actos que van nutriendo nuestra inmoralidad. Desde el momento mismo de no respetar un semáforo, de ir en contra mano, de adelantarse en una cola, cuando tiramos basura al suelo, vamos fomentando la indecencia. Dirán que soy tremendista al poner ejemplos tan superficiales o superfluos pero ocurre que a mi entender aquí empieza todo. El niño que educamos con palabras en la decencia lo vapuleamos con la incoherencia de nuestros actos. Dictamos leyes que no cumplimos y le buscamos cualquier vericueto legal para evadirla. ¿Cómo un pequeño puede sentir algún respeto por las leyes si nosotros no le damos el ejemplo? Si todavía recuerdo el caso Fendrich, el subtesorero de un banco que robo 3.200.000 U$S y salio libre en tres años. El comentario de todos nosotros fue: “éste tipo si que la hizo bien”, “éste tipo es capo”, o hasta escuche “Fendrich maestro”. Mediano favor que le hacemos a la vocación de nuestros educadores. Somos idolatras de la avivada, del acto ilícito, de la desvergüenza. Si todavía escucho decir a algunos que con el Carlos estábamos mejor. Somos una sociedad adolescente que no tiene una meta más allá de sobrevivir. Nuestros hijos siguen siendo los inocentes testigos de nuestra barbarie y del descalabro de nuestros ideales. En mi pueblo todavía creen que mandando sus hijos a una escuela mejor los absolver de cualquier sufrimiento futuro. No se dan cuenta que todos aquellos que no tengan el derecho y no la suerte de una educación mejor van a atentar en un futuro contra el bienestar de sus hijos. Si la educación no la impartimos en forma equitativa como un acto de conciencia deberíamos hacerlo por lo menos hacerlo en defensa propia. Debemos entender que si se toma un remedio no solo se debe curar los síntomas puntuales si no brindar bienestar a todo el cuerpo. Un cáncer ataca un lugar determinado de nuestro cuerpo pero lo mata por completo. Así creo yo que la educación debería impartirse para todo el pueblo en su conjunto de una manera imparcial, ecuánime y equilibrada, sin depender directamente de la posición económica de cada familia. Esto esta estipulado en los derechos del niño y no se cumple. Por eso creo que somos una sociedad hipócrita y corrupta y de nosotros nace el virus que luego se magnifica en nuestros gobernantes. Somos victimas de nuestra propia pestilencia.





Así y todo conservo la esperanza que me da todos los días el ser individual. Esas personas quijotescas que a riesgo de ser tomadas por estúpidas le hacen frente a la corrupción con decencia, que no creen que esto siempre fue así y va a seguir siendo así. Que no admiten la derrota ni aún moribundos. Se me viene a la mente el Pocho hormiga, el pocho Lepratti. Tenia 35 años, había nacido en concepción del Uruguay, pero decidió vivir en el barrio Ludueña para trabajar con los más humildes. Coordinaba los talleres para niños, y daba clases de teología en la escuelita del padre Edgardo Montaldo, también trabajaba con el grupo de jóvenes "La Vagancia". El miércoles 19 de diciembre, harto de que la policía dispare contra pibes y mujeres, se subió a la terraza de la escuela Nro. 756 del Barrio Las Flores, donde colaboraba con la preparación de la comida. Intentó parar la represión, pero un policía del móvil Nº 2270 del comando radioeléctrico de la ciudad de Rosario disparó directamente contra el cuerpo de Pocho. La bala de plomo se alojó en la traquea y lo mató, llevándose a un militante de la vida y a una persona que luchaba día a día por cambiar las podredumbres de este mundo. (http://www.pochormiga.com.ar/)

Intentemos, aunque sea intentemos, de dar nuestro pequeño ejemplo. Hagamos lo que muy dentro sentimos que es lo correcto. Que no nos venza el desanimo ni el pesimismo. Son tiempos muy duros para darnos el lujo de ser pesimistas. Una de las mayores contradicciones del corazón humano es que capaz de hacer tanto daño como bien si se lo propone. El tiempo de la acción es el presente. Nuestro hijos nos miran.



el chunkano


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sábado, 8 de marzo de 2008

Postal de la indiferencia

La noticia dice lo siguiente:

En el año 2007, Guillermo Vargas Habacuc, un supuesto artista, cogió a un perro abandonado de la calle, lo ató a una cuerda cortísima en la pared de una galería de arte y lo dejó allí para que muriera lentamente de hambre y sed: Durante varios días, tanto el autor de semejante crueldad como los visitantes de la galería de arte presenciaron impasibles la agonía del pobre animal: hasta que finalmente murió de inanición, seguramente tras haber pasado por un doloroso, absurdo e incomprensible calvario.

¿Te parece fuerte? Pues eso no es todo: la prestigiosa Bienal Centroamericana de Arte decidió, incomprensiblemente, que la salvajada que acababa de cometer este sujeto era arte, y de este modo tan incomprensible Guillermo Vargas Habacuc ha sido invitado a repetir su cruel acción en dicha Bienal en 2008. ¡Impidámoslo!

Clikea en la foto que esta al costado derecho de tu pantalla para detener tal atrocidad (no hay que pagar, ni registrarse, ni nada peligroso, y merece la pena), para enviar una petición y que este hombre no sea felicitado ni llamado artista por tan cruel acto, por semejante insensibilidad y disfrute con el dolor ajeno.

Si queres mas imformación visita: http://soydondenopienso.wordpress.com/2007/10/19/guillermo-vargas-habacuc-arte-o-narcisismo-patologico/


Los animales no son capaces tal crueldad y se los tilda de salvajes


Los artistas no somos acólitos de la muerte


La indiferencia sigue siendo nuestra mayor miseria como raza


La justicia no solo es lenta, también es cruel


el chunkano





'vooolveeeer....con la frente marchita'

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La optimización del tiempo

Me haría muy feliz que uno de estos días podamos comunicarnos personalmente, tirando abajo las barreras del miedo a disentir que muchas veces nos paraliza. Al costado superior derecho del blog esta mi mail, me encantaría que me escribas. En la diversidad de opiniones esta nuestro crecimiento cultural ya que una cultura nunca fue representada por el parecer de una sola persona.



A medida que pasa el tiempo y se los dice alguien que hace muy poco cumplió sus primeros cuarenta años de vida en este planeta vamos siendo los descubridores de verdades que no pedimos ver pero que se manifiestan de una manera espontánea, locuaz, hasta irreverentes por momentos, pero que son irrefutables. Les voy a contar algunas de las que se me ha permitido ver en mi vida. Algunas llegaron para hacerla mas placentera y otras no me dejaron otra salida que no combatirlas y aprender a convivir con ellas. Una de esas verdades es que el paso del tiempo es irreversible. Con el paso del tiempo el ser humano no solo acrecienta su experiencia en la vida sino también sus errores, miserias, rencores; pero sobre todo con el paso del niño al hombre vamos perdiendo de una manera definitiva la capacidad de maravillarnos que en algún momento, a una muy temprana edad tuvo el universo. De ahí que mi concepción de la locura viene a ser algo así como un portal en el tiempo que nos permite de una manera poco convencional y comprensiva, comunicarnos con ese niño que alguna vez fuimos. Ese niño que era poseedor de una sabiduría que le otorgo el desparpajo de espontaneidad, su capacidad de sorprenderse y maravillarse lo mantenía en un estado de constante expectación, y la inocencia de sus actos lo hacia inmune a cuanto planteamiento de temprana racionalidad se le pudiese endilgar. En ese niño creo que están muchas de las respuestas que buscamos con tanto afán. Infinidad de veces me encuentro alegando como ha cambiado el mundo en que vivía cuando en realidad solo he cambiado yo. El caracol que miraba cuando niño con tanta paciencia para detectar si efectuaba algún movimiento sigue estando en el mismo jardín, solo que ya no lo miro. Las luciérnagas que encerraba en un frasco de vidrio para hacer una linterna siguen surcando las noches veraniegas de Alta Gracia pero yo ya nos las persigo. Las pelotitas de golf que robaba a los golfistas y que luego de unas horas se las vendía a ellos mismos a un peso las veinte (dinero con el cual me compre mi primer juego de ajedrez), se siguen fabricando. Lejos estuvo de ser considerado por mí como un acto de felonía punible y por los golfistas era tomado como una risueña picardía de niños. Si hoy se me ocurriera por un momento intentar mirar el movimiento de un caracol siendo pobre seria tomado por loco. Si se ocurriera perseguir unas luciérnagas en una de esas nochecitas de verano en Alta Gracia siendo rico seria catalogado como excéntrico. De más esta decir que si me dedicara a sustraer cosas ajenas a mi propiedad sin el consentimiento de sus propietarios seria acreedor de todo el peso de la ley (si fuera pobre). Todo esto simplemente desemboca en que la lógica que dominaba cuando chico poseía una sabiduría muy superior a la que se nos va enquistando con el paso de los años, la razón le va quitando terreno a la intuición. No preguntaba cosas que no tenían por que tener una respuesta, no planteaba ¿porqués?, ¿comos?, ¿cuantos?, ¿Dóndes? Solo me sumaba al cauce energético que mueve todo el universo y me dejaba arrastrar sintiendo que todo existe a pesar de que podamos o no dar explicaciones fehacientes, catalogadas, homologadas, archivadas y aprobadas de su existencia. Mi propuesta no es que nos movamos por los cánones de la más absoluta bohemia pero tampoco nos dejemos aplastar las mentes y espíritus por el pensamiento capitalista. Dicho pensamiento esgrime la pauta de dividir el mundo entre lo que sirve y lo que no, lo que es útil y lo que no. Esto se ve fuertemente reflejado en la actitud indiferente que toma la sociedad ante sus mayores, sus pobres, sus escasos pueblos indígenas, sus niños y tantos otros que ven postergadas sus necesidades en pos de priorizar aquello redituable. Mi concepción de la locura viene a ser como algo así como un portal en el tiempo que nos permite de una manera poco convencional y comprensiva, comunicarnos con ese niño que alguna vez fuimos. Apelo a lograr esta conexión con mi niño para poder comunicarme con ustedes de una manera sincera.



Hace unos meses asumí que estaba enfermo. Me di cuenta de que la obesidad era mi Némesis, esa diosa que de un modo unilateral me fue asignada para evidenciar mis desequilibrios. Némesis era una diosa y una diosa de la mitología griega, una deidad muy antigua que castigaba la desmesura de nuestros actos. Sus sanciones tenían usualmente la intención de dejar claro a los hombres que, debido a su condición humana, no pueden ser excesivamente afortunados ni deben trastocar con sus actos, ya sean buenos o malos, el equilibrio universal, y por supuesto que toda acción tiene una consecuencia. De este modo represente mi hartazgo, mi Némesis, pero no por mi ser o existencia si no por algunos de mis actos y situaciones que voluntad mediante podían ser corregidas para que retomen el curso energético usual del universo. Es por ello que creo que el hartazgo no es de nosotros mismos sino de algunas cosas que no logramos que retomen ese cauce universal, ese cauce que alteramos de una manera inconciente y ajena a nuestra voluntad al momento de nacer. Embrollos, broncas, dolores, tristezas, rabias de no poder. No poder ser el profesional que anhelamos, no expresar los sentimientos que nos embargan, en pocas palabras: impotencia. Creo que empezar a buscar es la solución, la respuesta, el destino o como quieran llamarlo. La solución es el movimiento. En el I´ching representa a este estado, el hartazgo, como el lago estanco, ese que no puede ser contenido, ese que tiene el poder de desbordar por que simplemente esta contenido. En este universo todo lo que es tiene como destino dejar de ser y todo aquello que no existe comenzar a hacerlo. Así es que el noble procura dar el justo curso al desbordamiento pero no puede ni debe tratar evitarlo, solo se contenta con ser testigo del movimiento. Debemos reconocer el desbordamiento como una consecuencia normal de la vida del lago. Por eso yo no veo falla (como dice el I´ching), en un estado de animo donde se presenta el hartazgo. El lago contenido y su desbordamiento inevitable, el hartazgo incontenible y la búsqueda por encauzar esa fuerza. Mi búsqueda personal pasa más por una búsqueda del equilibrio que por la búsqueda de la felicidad. La felicidad o el infortunio solo son hemiciclos de una onda fluctuante en nuestras vidas. Yo solo brego por no alterar ese movimiento, solo sumarme. Ser feliz cuando los tiempos son propicios y padecer y sobrellevar de una manera digna y estoica la desgracia.


Dijo Ernesto Issberner Haldane: “Aprende a pensar con exactitud, a desear con exactitud, a querer con exactitud, pues de ello emanan tus acciones y éstas, a su vez, determinan tu destino. Lamentablemente la exactitud nunca formo parte de mi vida. Solo prodigo emociones caóticas. La exactitud esta reñida de manera irreconciliable con la naturalidad. ¡Ufff! Cuanto por decir. Primero que nada sigo sosteniendo que toda búsqueda implica movimiento y que el movimiento es una meta en si misma más allá del puerto al que se arribe producto de esta búsqueda. Volviendo a la niñez recuerdo a la búsqueda como el nervio motor de mí existir. Era feliz simplemente al buscar. Me contentaba o desilusionaba el resultado de la búsqueda pero la búsqueda en si ya me hacia feliz. No me levantaba en la mañana pensando en encontrar antes del final del día si no que me levantaba pensando en buscar al principio de ese mismo día. Son puntos de vistas que se fueron alterando y se van alterando con el sucumbir de nuestra moribunda inocencia con el paso de los años. Creo firmemente en el otro para poder ser yo. Creo también que es muy bueno sacar provecho cuando los universos de nuestras existencias confluyen en un mismo punto y en un mismo tiempo. Creo en la confluencia de nuestros destinos comparable a los eventos que desencadenan la formación de galaxias. Tan extraordinarios y tan únicos son.


El tiempo es uno, es una línea sobre la cual podemos transitar de manera gradual siempre avanzando, queramos o no, sea así nuestra voluntad o no. La muerte, lejos de ser fatalistas, es otra de esas verdades que nos comprende a todos y a todo. Esto me hace poner en duda la optimización del tiempo como un valor supremo de mi búsqueda dejándolo a mi parecer en un segundo plano y solo para cuestiones formales. El hecho de haber perdido el tiempo, forma también parte de quienes somos. Yo ni por las tapas creo estar perdiendo tiempo en escribir estas líneas. También se que tengo un millón de responsabilidades que debería estar llevando a cabo en este mismo momento pero que estoy seguro de postergar en pos de lo que creo prioritario. Se que estoy pasando por mi vida un poco distraído. Se que talvez estoy dejando pasar un futuro promisorio como instrumentista por que no estoy estudiando (por dar un solo ejemplo), pero no dejo pasar un presente patente en el que talvez puedo tender los primeros eslabones de una amistad que vale una y mil penas. Trato de rescatar a ese niño que se despertaba en la mañana pensando en buscar y no al adulto que piensa en encontrar al final del día. La optimización del tiempo no debe traer aparejado tras de si una estructuración. Yo creo que mi tiempo, esto lo digo a titulo personal, lo estoy utilizando lo mejor que puedo. Reconozco mis perdidas de tiempo, por así llamarlo, pero también se que sin esas perdidas de tiempo, aparte de un montón de otras cosas mas, no seria la persona que soy. No seria esa persona que se la pasa despotricando en este blog. Seria otro. Seria un buen cura, un excelente fiambrero, un buen padre y esposo, un excelente instrumentista o hasta uno de los mejores vendedores de Córdoba, pero no seria la persona que hoy escribe. ¡Ojo! No estoy haciendo una apología de: “perdamos el tiempo”, solo digo que son múltiples los destinos que se nos abren según decisión mediante elegimos un determinado camino. Las malas decisiones muchas veces nos abren excelentes caminos como así también las buenas pueden terminar en fracasos. Los caminos son muchos pero no debemos confundirlos con la línea del tiempo que es solo una. Yo no trataría de optimizar el tiempo, mas bien solo le daría todo el orden que fuera posible darle, sin aplacar la fuerza arrolladora de la naturalidad, de la espontaneidad del destino con que nos nutre. Será que optimizar me suena a un término muy capitalista utilizado por las universidades y empresas privadas tendientes a sacar clones de profesionales y trabajadores con sus cualidades humanas menguadas por la optimización o la excelencia. Ya enuncian estas ideas de optimización del tiempo libros como: ¿Quién se ha llevado mi queso? O el vendedor más grande del mundo de Og Mandino.


En pocas palabras creo que ordenar un poco los tiempos puede lograr organizar nuestras vidas pero siempre va a estar presente, y más en gente como nosotros (los artistas), el impulso creador que no se maneja por agenda ni disciplina alguna. Creo en el caos como generador de todo acto creativo. El mismo universo partió del caos. Yo creo que es un buen planteamiento esto de optimizar los tiempos pero sin caer en ningún tipo de fanatismo de pensar de alguna manera que algunos de nuestros fracasos o problemas pasados fueron por una falta de previsión horaria. Estoy seguro de poder alcanzar nuestras metas por que lo llevamos en nuestra estrella no por una organización de una agenda. Busquemos siempre la excelencia y la perfección pero a sabiendas que nunca vamos a ser perfectos, pero que tampoco nos hace falta serlo. Lo que necesitamos, a mi humilde entender, al final del día es saber que el esfuerzo que hicimos por vivir fue todo el que debíamos dar. Espero serles útil y ayudar con mis palabras a su búsqueda pero de no ser así, me contenta el saber que les he regalado unos de mis bienes más preciados, mí escaso tiempo que por más que lo organice una y otra vez me sigue ganando. Todo esto, y todo lo que escribo finalmente siempre lo cierra una sola idea, un solo pensamiento, un solo espíritu: “debo pensar que a pesar de creer que la razón me acompaña puedo estar muy equivocado”.

el chunkano

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miércoles, 5 de marzo de 2008

Las grandes mentiras de la democracia.


Despertemos y digamos al mundo. El hecho de que algunos sean sordos no significa que nosotros seamos mudos.


Me parece que existen grandes mentiras que nos permitimos como sociedad para no sufrir. No sufrir el peso de la responsabilidad de corregir una determinada situación o la culpa por no haberlo hecho. Existen grandes hipocresías de las que todos somos parte por actuación o por expectación. Esto es una costumbre muy propia de nuestra idiosincrasia como argentinos. Si tal cosa existe; cualquier comentario, opinión, artículo, argumentación debe ser inmediatamente enmarcada en un contexto determinado para que tenga una real valía y una clasificación inmediata. Para dar un ejemplo: cuando alguien se pronuncia en forma favorable con respecto a una determinada situación inmediatamente se le atribuye que puede salir favorecido de dicha situación con su comentario y automáticamente se gana como enemigos a todos aquellos que no concuerden con su parecer. Esto nos deja entrever que cualquier opinión esta teñida del partidismo propio del fanatismo, por lo tanto careciente del valor y el peso de la objetividad. Cuando hablo de objetividad no me refiero a estar por fuera de una determinada problemática si no a tener un punto de vista aplomado, comprometido y concienzudo dentro de la acción. Si usted es de las personas que enmarcan las opiniones en contextos no desperdicie su tiempo en seguir leyendo. No pretendo defenestrar ni idolatrar a nadie, solo quiero opinar.

Tenemos que entender como sociedad que si realmente queremos un futuro debemos participar todos, es decir, nuestras opiniones son todas necesarias, hasta la opinión de aquellas personas que dejaron de leer unas líneas arriba por mi desaliento. No tengamos miedo de opinar distinto, si tengamos temor de no opinar. Basta de silencios, dejemos esas épocas nefastas atrás. Acostumbrémonos a disentir y concordar. Devolvamos a la palabra su verdadero lugar en nuestras vidas. Ellas, las palabras, tienden puentes entre todos nosotros para que nos conozcamos.


Si todavía seguimos juntos unidos por este puente palabras te cuento lo que me preocupa. Pienso que somos una sociedad que no valoramos la libertad de expresión y que nos asusta disentir con nuestros semejantes. Una opinión contraria o ajena a nuestro parecer se transforma en una opinión que atenta contra nuestra persona, por lo tanto peligrosa. Una opinión contraria a la nuestra inmediatamente califica de forma desfavorable a la persona que la dijo. Concebimos la pluralidad de ideas en tanto y en cuanto esas ideas estén en comunión con nuestro parecer. En lo utópico de los sueños ¿quien no se ilusiono alguna vez con tener el poder de torcer el destino del los seres humanos a su antojo usando como única herramienta de juicio su parecer, la voluntad de su mente? Sea que en esa ilusión uno haya querido hacer todo el bien o todo el mal seria igualmente peligroso en ambos casos. Los regimenes totalitarios más aberrantes del mundo están atiborrados de esta manera de pensar. Atiborrados de gente que soñaba con brindarnos en su soberbia algún tipo de bienestar que nunca nos llegó. El disparador de esta reflexión es el comportamiento de nuestra sociedad y de sus partidos políticos. Debemos entender que nuestra sociedad no es partido de fútbol donde uno gana y el otro pierde. Entendamos que debemos ganar todos sino no es un triunfo. Esto me lleva al primer punto de las grandes mentiras de la democracia:

“La voz del pueblo es la voz de la mayoría”.

Mi aseveración de que esto es una mentira queda en evidencia simplemente con observar en periodos de elecciones como se agilizan las dadivas, la entrega de planes sociales, la entrega de puestos de trabajo y hasta los muertos votan. Cuando terminan los escrutinios y nos encontramos en el partido que ha perdido acusamos a nuestro opositor de fraude y en el fondo nos lamentamos no haber cometido mas hechos ilícitos que ellos por que así hubiéramos triunfado. Los triunfadores no son los partidos políticos si no su poderío económico tirando por el piso cualquier atisbo de pensamiento independiente que podamos tener. Van a buscarnos a nuestras propias casas para que votemos y tantos otros sinónimos de corrupción de los cuales esgrimimos comentarios de espanto pero no nos hacemos la verdadera pregunta: con todo este cáncer social ¿la voz del pueblo es la voz de la mayoría?, ¿Por quien votaríamos si no estuviéramos sobornados por las dadivas del poder para torcer nuestra voluntad? Esto nos lleva a la segunda mentira:

“Elecciones libres”

¿Somos realmente libres en el momento de emitir nuestro voto? Si entramos a un supermercado y nos encontramos con que hay una sola marca de vinos: ¿Somos realmente libres de elegir el vino que queremos tomar? En mi opinion no somos libres de elegir por que no tenemos opción. Si aparece alguien que compara esta época con la del proceso militar es obvio que nos sentimos mas libres ahora. Ahora si yo quisiera votar a alguien que al llegar al poder nos representara a todos, ¿Cuál seria mi opción? Particularmente no creo que haya nadie que represente a todo el pueblo. No hablo de una persona que opine y piense igual que yo sino alguien que a pesar de concordancias y disparidades pueda representarme. El gobernante de turno debe saber que existe disparidad en las ideas pero ha de saber también que debe existir una comunión con el pueblo en las dediciones de gobierno. Su decisión de gobierno ha de representar a todo el pueblo y no a su partido por que el proceso eleccionario termino con el escrutinio definitivo. La única libertad que realmente poseemos es votar lo que hay. Recuerdo que un amigo me contó como son las elecciones en Alemania. Detrás de cada candidato existen una suma de voluntades, al caso no importa cuantas, que apoyan un determinado proyecto de gobierno. En la etapa preelectoral cada candidato hace su propuesta de gobierno y como la va a llevar a cabo. En nuestro país la presentación de ideas y proyectos queda relegada a un segundo plano por parte de los partidos políticos siendo la plataforma de gobierno el constante desprestigio de su oponente y un show mediático vomitivo apoyado por supuesto por las dadivas en periodos eleccionarios antes descriptas. ¿Dónde queda la soberanía del pueblo y su libertad? Luego de terminadas las elecciones en Alemania se procede al recuento de votos lo que arroja un partido vencedor. Este partido vencedor tiene la oportunidad de llevar su plan de gobierno adelante pero fuertemente auditado y controlado por los partidos minoritarios, que realizan alianzas entre si para tener el poder suficiente para realizar dicho control. En un sistema como este realmente se encuentra representado el pueblo, por que hayamos votado o no al partido vencedor seguiremos teniendo representatividad, voz y voto en el gobierno. Nuestra voz no debe ser callada por más que no militemos en el partido gobernante. En nuestro país terminadas las elecciones el partido dominante dueño de la mayoría hace y deshace a su gusto y, en el mejor de los casos, dejan de lado las voluntades que representan los partidos minoritarios si no es que los ningunean haciendo alarde de poder. En un sistema como este muchos no nos sentimos representados. En nuestro país existe una libertad de mercado de voluntades donde cada voto tiene un precio negociable. El gobierno, jugando con las necesidades del pueblo le quita todo prestigio a la palabra libertad. No quiero tener que irme ha vivir a otro pais por que no puedo vivir en el mio. Yo amo a mi tierra y sus costumbres y amo a su gente, sus paisajes y tanta cosas buenas que tenemos los argentinos. Pero tenemos que entender que no podemos vivir a contramano del mundo. Los cambios se daran cuando así lo querramos todos. No basta con cambiar una cara en el gobierno si el que viene se ve forzado (o no), para sobrevivir en su cargo a cometer las mismas atrocidades que cometió su antecesor. Por todo esto a mi no me hablen de elecciones libres mas bien digan que tenemos la libertad de resignarnos. No me hablen de un pueblo soberano, si hablen de partidos políticos y gobiernos plenipotenciarios titiriteros de nuestras voluntades. No me digan que ha triunfado la democracia, digan que cayó rendida a los pies del capitalismo.


“En estas elecciones ha triunfado la democracia”

De todas las mentiras antes esgrimidas ésta es la mas vomitiva, asquerosa y nauseabunda. Busque el significado de la palabra democracia en el diccionario y esto figura: Doctrina favorable a la intervención del pueblo en gobierno -II- Predominio del pueblo en gobierno político del estado. Creo que debo estar muy ciego entonces pero que alguien me diga que éste es el gobierno del pueblo. Yo no comprendo por momentos que tipo de anestesia o narcotizante nos han suministrado que asistimos impávidos al vaciamiento de nuestras mentes. Hoy son importantes cosas como los números de rating, el programa de Marcelo, la novela de la tarde, las estadísticas, que si tal político sale con tal vedette, que si Messi va a jugar en las eliminatorias, que el yogur para el tránsito lento y así seguimos sumidos en esta marejada mierda. Recuerdo haber leído una revista llamada “caras y caretas” donde había un artículo sobre la noche de los bastones largos. Dicho artículo estaba ilustrado con fotos de los estudiantes y gremialistas de aquella época. Los estudiantes tenían en sus miradas tallada la sed de conocimiento y todo tiempo les era poco para seguir aprendiendo. Con esa generación acabaron las bestias represoras. Esa generación, si aún estuvieran vivos o se hubieran quedado en nuestro país serían, hoy, la clase gobernante. Los gremialistas eran elegidos por los trabajadores y nunca se hubieran sentado a la mesa del gobierno para otra cosa que no fuera pelear por los derechos de los mismos. No existían los Moyanos ni los DeLia. La operación judas se cobro la vida del dirigente metalúrgico Augusto Timoteo Vandor por los paros reiterados y planes de lucha en contra del gobierno de Ilia allá por 1969. Muy lejos estoy de creer que en las elecciones en nuestro país triunfa la democracia. Para colmo de males no soy el único que cree esto y tampoco mi descreimiento es algo novedoso.

Mi propuesta es sencilla: como pueblo, como sociedad empecemos a vivir una verdadera democracia. No ganemos ni perdamos, participemos y opinemos. Es el único camino que alcanzo a vislumbrar para salir adelante. Todos somos dueños de una partecita de la solución. Espero que el parecer vertido en estas líneas no sea tomado como un acto de verborrágica soberbia sino como un afán incontenible de comunicarme. No me mueve ningún rencor ni partidismo al escribir estas líneas solo el deseo, la pasión de que nos descubramos mañana en un país fruto de la unión de nuestras voces, de todas aquellas que nacen de nuestros corazones, dejando oír cada una su propio sonido, su propia nota, su propia música.

el chunkano

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