domingo, 16 de marzo de 2008

El amigo Gurí


Con el animo intacto de compartir mi vida con quien quiera les dejo unas breves palabras que le hice llegar a mi amigo Gurí con motivo de su cumpleaños tiempo atras. Por momentos me pregunto por que exponer el corazón de esta manera ante todos. Creo que solo así podemos llegar a conocernos. Solo la desnudez de nuestro corazón tira abajo los prejuicios y lo deja desprotegido, tanto ante el odio como el amor. El odio lo hace fuerte y el amor eterno. Somos reticentes de dar el primer paso por temor al desengaño o la burla. La humanidad sería otra si en lugar de vender nuestra imagen dejásemos ver nuestro corazón.


Pidiendo disculpas por improperios proferidos en una misiva anterior comienzo a este comunicación dando como única excusa por el comportamiento oral que me precedió el haber sido abrazado por el dios Baco de una manera poco digna e intempestiva y tomando como atenuante que en dicha inconducta fui acompañado y ferozmente tentado por uno de los acólitos etílicos mas fieles de dicho dios y común amigo nuestro.


Recuperando la cordura y la entereza pasemos al tema que nos compete: su cumpleaños queridísimo y desarraigado amigo, ferviente peregrino de otras pampas, acérrimo juglar de las costumbres que aprendimos en el patio de nuestra casa. Su cumpleaños querido escudriñador de los corazoncitos humanos, sortílego de esperanza y cazador de las luces tenues y humildes que vagan en los montes del olvido, pastor de la indignación ante una injusticia. Su cumpleaños mi queridísimo amigo. En este día duerme ese abrazo tan necesario que no nos sabemos dar cuando nos vemos, pero se equivoca querido hermano si cree que le escribo para felicitarlo por su cumpleaños. Le escribo para contarle la alegría con que recuerdo el día en que nació y para hacerlo participe de mi festejo. Un día supiste hacer una broma deseándome feliz cumpleaños el día que vos los cumplías por que yo lo había olvidado. Con el tiempo descubrí que vos cumplís años y el festejo es mió. Hoy es su cumpleaños machacador penitas errantes a fuerza de canto y guitarra. Gurí: ¿que seria la música sin vos? ¿Que sería mi música si no estuvieras tan cerca? Hoy mi halago se viste de urgencia y cierta prepotencia ante un ser que no se nutre de tanta verborragia y que encierra en la simpleza de su mirada toda la amistad resumida en un parpadeo tirando por tierra la torpeza de mis palabras. Hoy los leños son pocos pero arden más fuertes que nunca. Lo que daría por tenerte cerca para darte un abrazo. Esos tiempos en que amanecíamos al lado del río inconcientes de la semilla que dormía en nuestros corazones que un día seria nuestra amistad, como anhelo esos tiempos. Como anhelo los tiempos en que gastábamos las zapatillas andando cerros. Todo ese tiempo nos paso y nos unió a través de la misma pasión, las mismas tristezas y felicidades. Nos unieron nuestras desavenencias y entredichos, como así también sueños comunes. Si supieras como recuerdo una zamba de drexler que cantaste el día anterior a tu partida cuando te ibas por primera vez a Alemania y no te quisiste ir sin hacerme sentir que a pesar de todo lo había sucedido allí estábamos todavía sentado uno frente al otro. Te reconozco como un combatiente sereno de armas dejar y de cruces abrazar, si aún recuerdos tus valientes palabras en la Terminal de villa cuando te ibas este año: “a mi me gusta extrañar”. Por supuesto que no te creí. En esos tiempos, otros tiempos, los leños eran muchos. Hoy los leños son pocos pero arden más fuertes que nunca. Creo que la amistad se basa en esa mutua admiración que se prodigan los amigos. Esa admiración que opaca cualquier miseria y hace evidente el corazón. Como nunca fueron mi fuerte los regalos simplemente te hago llegar las palabras de un poeta alemán llamado Bertolt Brecht que vivió un año en Munich de ideología fuertemente marxista en una Alemania donde el ascenso del nazismo era inminente. Dijo este buen hombre: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda su vida: esos son los inprecindibles”. Un abrazo incontenible mi inprecindible amigo. Saludos a tu compañera y dile que digo yo que te cuide mucho. Suerte. ¡Ah!, me olvidaba, ¡Feliz cumpleaños!



P.D.: Escrito en compañía de Valderrobles y la música insobornable de Silvio Rodríguez.

el chunkano


'vooolveeeer....con la frente marchita'

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